jueves, 28 de agosto de 2008

Regreso a clases. O gàname estas Michael Phelps

Despuès de un largo periòdo en estado vegetativo durante aproximadament tres meses, he regresado a la cuna de mi supuesto aprendizaje, no es por menospreciar la capacidad de enseñanza ni la calidad de la misma, pero si poner en duda mis capacidades de aprendizaje.

Curiosamente estuvo paralelo mi retorno a la màxima casa de estudios con la clausura de las olimpiadas en Beiging (Juegos olìmpicos), cuya relevancia no puede obtener en mi un papel màs alla del interès vano por alguno que otro evento aislado en dichas competencias. En fin, lo que realmente llamò mi atenciòn fue como los universitarios tambièn tenemos nuestras olimpiadas (y no me refiero a las deportivas o intelectuales que se llevan a cabo como parte de progrmas de divulgaciòn cultural o cientìfica) hablo en especìfico las llevadas a cabo por los alumnos de (favor de inflar sus pulmones) la Facultad de Ciencias Polìticas y Sociales de la Universidad Nacional Autònoma de Mèxico (amèn), ya que apreciè el entretenidèrrimo arte de las altas y bajas de materia que requieren toda la capacidad fìsica y mental de los interesados en èsta hazaña que va màs allà de los lìmites del universitario promedio (ya que haciendo una estipulaciòn la mitad o està frita o de plano no comprende la complejidad de la dìnamica por esperar a que su "Santidad" Marxs les indique el camino a seguir) y para uno que otro es sòlo cosa de tener paciencia y un poquito de suerte. Es asì como se engendran las màs feroces batallas por adquirir un lugar en el aula de un profesor elevado a santo o semidios de la materia.

En mi caso no hubo necesidad màs que de paciencia y por ende pude apreciar los diferentes eventos desde un lugar privilegido en primera fila; los desempeños en lanzamiento de compañera, carrera de 400 metros (para llegar a las màquinas de la escuela), lucha marxista (no la de clases si no por un lugar en las clases), clavado de laps (entièndase el clavado como acciòn de "prèstamo" no autorizado y laps de microprocesador portàtil) fueron sublimes, incluso hubo competencias en declamaciòn, causadas por la avidez de alguno compañeros y/o la presunciòn de haber completado sus pruebas y estar con la deidad profesoral de su agrado, pero no estoy seguro de que eso sea actividad olìmpica debido a que no existe a la fecha una tabla de calificaciòn para las injurias lanzadas a campo abierto (pues se tendrìan que tomar en cuenta distancia, acùstica, claridad y creatividad). Se podrìa decir que fue algo edificante en mi vida, ya que no habìa compartido èsta experiencia previamente.

Sòlo desearìa que dichos eventos se efectuasen de manera màs consecutiva para entretenimiento del expectador (yo y algùn otro afortunado, o con tino a la hora de elecciòn). Quisiera agradecer al comite olìmpico por permitir experimentar tan magno evento:
Frida
Luz Ma
Limòn

y tambièn por cambiar mi vida al presentarme al grupo de españoletes llamados Locomìa que me recordaron a Los Dragulas.

SZ
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