Todo comenzó con un beso 1/2

Despierto en la penumbra de la media noche, no comprendo la realidad en la que estoy, nada parece estar como cuando emprenía el viajea los dominios de morfeo.

Parece que el mundo se ha cubierto de una neblina espesa, como si fuese un engaño, muy semejante a lo real, un escenario de caracterización impresionante. No cincibo la idea de estar despierto y sin embargo el sueño no parece ser un estado a elegir, uno creería que todo pasa entre esos estados.

Me levanto y percibo el suelo bastante aterciopelado, no sabría decir si es el alfombrado de la habitación, pues aún en la oscuridad el gris tan característico adornado de diferentes manchas multicolores es diferente al que mis ojos y los de los demás se habían acostumbrados después de convivir tanto tiempo en él. Doy la responsabilidad a mi mala vista nocturna y miopía del hecho de que posiblemente los colores que ahora habitan el suelo, en donde mis pies parecen estar plantados, son un tono bastante oscuro de un morado y cierto naranja tan vivo, sin embaro la textura no es la misma, me resulta completamente ajena.

Recuerdo vagamente haber hecho algo antes de dormir, de hecho no puedo recordar la noche en sí (se que es de noche pues no he conciliado el sueño por el día)simplemente intento recordar como era la noche y mis esfuerzos son inútiles. Tengo la extraña sensación de que han pasado vidas desde que abrace a mi madre y siglos desde que pude abrazar la boca de mi amante con mis labios.Me siento extrañamente solo, no me deprime saberlo, pero me sorprende la sensación debido a que apenas ayer pude salir con mis amigo, recuerdo las risas y lo agradable que lo pasé ayer.

Un aroma inunda y embriaga mi pensamiento de manera insospechada, no puedo equivocarme en saber que es la esencia del bosque donde los encinos semejan alturas de gigantes mitológicos y los copales tienen la imponencia de los reyes ancestrales, emperadores de un reino en donde no existe el tiempo, solo la vida y las maravillas.